quarta-feira, 26 de dezembro de 2012

Política securitaria; rigidez cultural


El Sábado 1 de Diciembre, el jugador profesional de fútbol americano Jovan Belcher (25) disparó a su novia, Kasandra Perkins (22), causándole la muerte. Después, ese mismo día, Belcher fue a encontrarse con su entrenador y con el gerente del equipo (los Chiefs de Kansas City). Les agradeció la oportunidad que le dieron en el mundo del deporte, y enfrente de varias personas, se quitó la vida con la misma pistola que había usado contra su pareja.
La tragedia se hizo eco a través de los medios de comunicación. La gerencia de los Chiefs de Kansas City y los directivos de la Liga Nacional de Fútbol (NFL) decidieron proseguir con la agenda predeterminada; el equipo de Belcher jugaba un partido el Domingo... y lo jugó.
Dos periodistas reportaron su indignación no sólo por la tragedia, sino por la decisión del equipo y de la NFL de no interrumpir su agenda. El periodista deportivo de la NBC, Bob Costas, lanzó una perorata cuando estaba en el aire, a punto de retransmitir un evento, donde criticó duramente el escaso control armamentístico imperante en los Estados Unidos, y explicó que la cultura de las armas en los Estados Unidos causa más disputas domésticas que terminan en muerte. Afirmó lo siguiente, parafraseando al columnista Jason Whitlock:
“En los siguientes días serán analizadas las posibles conexiones entre las acciones de Jovan Belcher y el fútbol americano. ¿Quién sabe? Pero esto es lo que creo: Si Jovan Belcher no hubiera tenido una pistola, él y Kasandra Perkins estarían vivos a día de hoy”.
"In the coming days, Jovan Belcher's actions and their possible connection to football will be analyzed. Who knows? But here, wrote Jason Whitlock, is what I believe. If Jovan Belcher didn't possess a gun, he and Kasandra Perkins would both be alive today."
Costas azuzó el debate sobre el control de armas con la siguiente declaración, recordando la reciente masacre en un cine de Aurora (Denver):
“Eso se demuestra en la mentalidad de Salvaje Oeste o de Harry el Sucio que tiene la gente que piensa que, si algunas de las personas que estaban en el cine de Aurora hubiesen ido armadas, habrían podido abatir a ese loco (refiriéndose al asesino) (…). Esta mentalidad es extrapolable a los jóvenes adolescentes de los barrios centrales[1] que van armados hasta el cuello. También es extrapolable al mundo de los deportes, donde jóvenes atletas van armados...[2]
"It demonstrates itself in the Wild West, Dirty Harry mentality of people who actually believe that if a number of people were armed in the theater in Aurora, they would have been able to take down this nut-job in body armor and military-style artillery," he said. "It plays itself out in the inner cities where teenage kids are somehow armed to the hilt. And it plays itself in the sports world where young athletes are disproportionately armed."
La reacción popular fue por lo general muy negativa, habiendo algunas voces conocidas que pusieron el grito en el cielo por el hecho de que Bob Costas culpara a las armas de fuego de provocar muertes. Incluso se acusó al periodista de querer abolir la tan conocida Segunda Enmienda , que garantiza el derecho a poseer armas a los ciudadanos y ciudadanas norteamericanos.
El revuelo que provocaron las declaraciones de Bob Costas podría parecer, en otros territorios, algo extraño o insólito. La concepción norteamericana de la Libertad encuentra su máxima expresión en su Constitución, y la cultura de la defensa a las enmiendas, aspecto éste muy usado en las series cómicas y satíricas.
Las estadísticas pueden ayudar a aclarar si aquello que cierto sector usó para intentar crucificar a Bob Costas (culpar a las armas y su posesión) está justificado o es cierto. El FBI pone a disposición pública las estadísticas criminales del último año, 2011. Como la relación de Estados es muy larga, he escogido cinco de los Estados con mayor número de crímenes de sangre: CaliforniaTexas,  Nueva YorkPennsylvania y Michigan.

Estado
Total
Asesinatos
Total
Armas de fuego
Pistolas
Rifles
Escopetas
Armas de fuego (sin especificar)
Cuchillos u objetos cortantes
Otras armas
Puños, pies, manos...
California
1.790
1.220
866
45
50
259
261
208
101
Texas
1.089
699
497
37
48
117
175
134
81
New York
774
445
394
5
16
30
160
143
26
Pennsylvania
636
470
379
8
19
64
73
66
27
Michigan
613
450
267
29
15
139
43
89
31

Si sumamos las armas que no de fuego y los ataques realizados con el propio cuerpo se verá que más de la mitad de los delitos de sangre que constituyeron asesinato fueron perpetrados con armas de fuego; de 1790 asesinatos en el Estado de California, solamente 570 no tuvieron que ver con armas de fuego. En Texas, 390 fueron los asesinatos en los que no intervino un arma de fuego, y la cifra desciende a medida que nos deslizamos por las estadísticas.
A continuación, podemos ver los datos actualizados del Instituto para la Acción Legislativa (ILA), el lobby que actúa en favor de los intereses de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) sobre la legislación sobre armas de los cinco Estados mostrados arriba:
CALIFORNIA

RIFLES Y ESCOPETAS
PISTOLAS
Permiso de adquisición
No
No
Registro de armas de fuego
No
Sí (con condiciones)
Licencia de los propietarios
No
No
Permiso para llevarlas
No
Sí (con condiciones)
NUEVA YORK
RIFLES Y ESCOPETAS
PISTOLAS
Permiso de adquisición
No
Registro de armas de fuego
No
Licencia de los propietarios
No
Permiso para llevarlas
No
MICHIGAN
RIFLES Y ESCOPETAS
PISTOLAS
Permiso de adquisición
No
Registro de armas de fuego
No
Licencia de los propietarios
No
No
Permiso para llevarlas
No
PENNSYLVANIA
RIFLES Y ESCOPETAS
PISTOLAS
Permiso de adquisición
No
No
Registro de armas de fuego
No
No
Licencia de los propietarios
No
No
Permiso para llevarlas
No
TEXAS
RIFLES Y ESCOPETAS
PISTOLAS
Permiso de adquisición
No
No
Registro de armas de fuego
No
No
Licencia de los propietarios
No
No
Permiso para llevarlas
No



La correlación entre legislación sobre armas y las muertes por arma de fuego parece, a priori, inexistente. Pero si prestamos atención, veremos que en los cinco Estados han aprobado el permiso para portar armas. Este único dato sirve para explicar el número tan elevado de delitos con arma de fuego, puesto que el permiso de adquisición pierde relevancia cuando las armas pueden adquirirse en un Estado vecino. Son, además, las pistolas las armas que son  mayormente permitidas, lo cual se corresponde con el número de delitos cometidos por éstas.
Los datos apoyan las palabras que Bob Costas lanzó en favor del control de las armas de fuego en los EUA. No se trataría de prohibir comprarlas, sino de prohibir poseerlas y llevarlas. Al fin y al cabo, parece evidente que es más fácil herir a alguien con una pistola cuando se tiene acceso a ella que cuando no se tiene ese acceso.
Pero el principal impedimento para una efectiva regulación de las armas de fuego cortas en los EUA no es de origen pragmático, sino cultural.
Mi opinión es completamente favorable a Bob Costas, más ante la brillante respuesta que da a las críticas vertidas contra él en esta entrevista en la que Bill O'Reilly, un conocido periodista de firmes convicciones republicanas, apelaba al sentido común de las personas a la hora de incriminar a alguien en un delito. O'Reilly habla pues de una elección racional por parte de Belcher en el momento en el que el fallecido jugador de fútbol acabó con la vida de su pareja y con la suya propia. Bob Costas, por su parte, defiende el control de armas como factor preventivo y determinante en la posible comisión de delitos de sangre, sobre todo si esas armas pueden pasar por las manos de jóvenes en la veintena y, en el caso de los jugadores de fútbol americano, con un elevado riesgo de sufrir lesiones cerebrales derivadas del deporte que practican.
En este periodista, la lógica se impuso a la tradición. La rigidez de estas tradiciones son las que dificultan los cambios a la hora de reducir según qué factores criminógenos, como el fácil acceso a las armas de fuego.

Datos de interés:
In KC, it's no time for a game  artículo de Jason Whitlock, periodista deportivo.


[1] En las grandes ciudades Norteamericanas, las zonas “calientes” o marginales (de tránsito) suelen encontrarse en el centro de éstas. En Europa, solemos asociar esas zonas como zonas periféricas, aunque esta tendencia es totalmente variable.
[2]La traducción no es literal, para que sea más comprensible.


Criminología y JusticiaPosted: 25 Dec 2012

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